lunes, 5 de enero de 2009

Rafael Español, presidente de Seda

“Es imposible saber cómo nos irá 2009”

2008 no ha sido el mejor año para La Seda de Barcelona. El grupo químico, que protagonizó un vertiginoso crecimiento entre 2006 y 2007, comenzó el año pasado con una operación frustrada:la compra de Interquisa al grupo Cepsa.

En las semanas previas a la firma de esta operación, el valor de la compañía en bolsa subió hasta los dos euros por título pero desde que se estancaron las negociaciones, el precio de la acción ha bajado hasta situarse en 0,38 euros al cierre de la bolsa de ayer. “El valor actual en el parqué no corresponde al precio real de los activos de la compañía, por lo que confío en que mejorará en los próximos meses”, señala el presidente de La Seda, Rafael Español.

Diversos analistas bursátiles consultados por EXPANSIÓN coinciden en que la empresa está infravalorada en bolsa, pero atribuyen la situación a la falta de un proyecto de futuro claro para la compañía. En julio, La Seda anunció que se encontraba en negociaciones para fusionarse con la empresa indonesia Indorama Ventures, dedicada también a la fabricación de plástico PET. Español confiaba en presentar al consejo de administración un proyecto claro de integración a mediados de diciembre. Sin embargo, el proceso parece haberse alargado. “Si la operación sale adelante, cosa que no tengo del todo clara, debería cerrarse en el primer trimestre de 2009”, señala el presidente del grupo químico.

La caída del valor de La Seda en bolsa ha provocado tensiones en el consejo de administración. En diciembre, el consejero más antiguo de la compañía, Jacinto Soler-Padró, solicitó a los principales accionistas –los grupos portugueses Selenis, Liquidambar y Caixa Geral– que lanzaran una opa sobre la empresa, pese a que estos accionistas han descartado esta opción en diversas ocasiones.

Un negocio ligado al petróleo
La materia prima del plástico PET que elabora La Seda es el PTA, un derivado del petróleo. Por ello, la empresa catalana, al igual que buena parte del sector químico, ha estado a merced de las fuertes subidas y bajadas del precio del oro negro. "Tenemos la sensación de que facturamos menos por este fenómeno", explica el presidente de La Seda, Rafael Español. La compañía ha creado Seda Energy, una nueva empresa a través de la que pretende comercializar su sistema de poligeneración –combinación de electricidad y calor útil–, y busca un socio para sacarla adelante. Uno de los proyectos que aún no ha concretado es la cotización en la Bolsa de Moscú. La operación, intermediada por la agencia rusa Alor, podría haberse frenado por las negociaciones con Indorama.

La prioridad de Rafael Español para los próximos meses es consolidar la integración de las instalaciones adquiridas. El grupo ha anunciado recortes de 50 y diez empleados respectivamente en sus instalaciones de Wilton (Inglaterra) y San Roque (Cádiz), así como un expediente de regulación de empleo temporal para los 120 empleados de esta última planta. "Hemos aprobado el traslado de parte de la producción que hacíamos en Italia a Portugal pero aún es pronto para determinar otras reformas", advierte el presidente del grupo.

La empresa facturó 1.381,7 millones de euros en los nueve primeros meses de 2008, un 43,44% más que en el mismo periodo del año anterior, pero no facilitó el beneficio. En los primeros seis meses del año, ganó 10,17 millones de euros, un 62,68% menos que en el mismo periodo de 2007. Según Rafael Español, “las grandes cifras del grupo para el conjunto de 2008 serán similares a las que se registraron en los últimos meses”. El presidente delgrupo químico asegura que la empresa está muy ligada al sector de la alimentación, y éste "está empezando a notar ahora la crisis". Español confía en "sufrirla menos que otros sectores", pero afirma que “es imposible hacer previsiones sobre las ventas en 2009”.

En noviembre, Caixa Geral, accionista de La Seda con una participación directa del 7,22%, concedió un crédito de 320 millones de euros al grupo químico para financiar la construcción de la planta de PTA (materia prima utilizada para fabricar plástico PET) en Sines (Portugal), que supondrá una inversión de 450 millones. Este crédito se suma al sindicado de 603,37 millones que la compañía ha utilizado para realizar las últimas adquisiciones y que deberá devolver en los próximos cinco años. La empresa tiene una deuda a largo plazo de 642 millones de euros.

Para seguir creciendo, la empresa estudia la entrada en nuevas actividades como el plástico para automoción. “En el futuro, las lunas de los automóviles serán de plástico”, asegura Rafael Español. El reciclaje es otro de los ejes de la compañía .

El presidente de La Seda desmiente los rumores sobre su posible salida de la empresa. "Si prospera el acuerdo con Indorama, la idea es que permanezca al frente de la empresa hasta cinco años;no se me pasa por la cabeza retirarme", afirma Español.

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